La Política Nacional de Cambio Climático 2021 guiará la aplicación y coordinación de este CND. Para reforzar la implementación de esta NDC, se desarrollará la Estrategia Nacional de Cambio Climático y el Plan de Acción bajo el primer pilar (gobernanza del riesgo climático) para servir como documento central de planificación. El PNA 2021 se incorporará a esta CND para proporcionar la base estratégica de las prioridades nacionales de adaptación y las disposiciones de aplicación. Esta CND seguirá manteniendo las prioridades clave de adaptación de la primera CND de 2016.
En el marco del cuarto pilar de esta CND (adaptación al cambio climático y aumento de la resiliencia), se creará un mecanismo de consulta subnacional y comunitario. Este mecanismo tiene como objetivo "apoyar el empoderamiento de la comunidad, la participación del sector privado y la ejecución subnacional de las actividades de aplicación de la política de cambio climático."
Timor Oriental necesita apoyo técnico y de recursos para desarrollar los sistemas pertinentes de seguimiento, revisión y verificación (MRV).
En cuanto a los medios de aplicación, Timor Oriental destacó cinco factores que facilitarían la aplicación de esta NDC, a saber: el acceso a la financiación, la diversificación económica -para reducir su dependencia del petróleo y el gas como fuente de ingresos-, la reforma institucional, el desarrollo de capacidades y la inversión en capital humano, y la información y el análisis de los riesgos climáticos.
Las prioridades en materia de necesidades financieras, desarrollo de capacidades y transferencia de tecnología están interconectadas. Algunas prioridades clave enumeradas son: (i) desarrollo de un Inventario de GEI robusto, (ii) fortalecer la capacidad para comprender y evaluar los riesgos climáticos y mejorar los servicios nacionales de información climática, (iii) mejorar la capacidad para hacer frente y abordar el nexo de los desastres y los impactos relacionados con el cambio climático en línea con los ODS y el impacto a medio plazo de la pandemia COVID-19, (iv) la inversión y la ampliación de las energías renovables y mejorar la presentación de informes nacionales de GEI, (v) la gestión integrada del agua, (vi) investigación para apoyar la seguridad alimentaria y la transición y adaptación a largo plazo de los medios de subsistencia tradicionales, (vii) refuerzo de los sistemas de atención sanitaria, (viii) capacidad para evitar y minimizar las pérdidas y los daños, así como para mejorar los mecanismos de protección social, y (ix) refuerzo de la resiliencia costera y minimización de los desplazamientos de las comunidades costeras, así como (x) reforma de la tenencia consuetudinaria de la tierra, cuyo objetivo es "mejorar el entorno propicio para las soluciones basadas en la naturaleza y los mecanismos del mercado del carbono", de conformidad con el artículo 6 del Acuerdo de París.
Está en curso una evaluación de las necesidades tecnológicas para las prioridades de mitigación y adaptación, iniciada en 2020.