Côte d’Ivoire

La política climática de Costa de Marfil prioriza la resiliencia de los grupos más vulnerables (por ejemplo, las mujeres y los jóvenes) a través de la creación de empleos verdes y la financiación. Las mujeres se consideran vulnerables debido a sus roles de género y a sus desventajas económicas. Además, se mencionó explícitamente que las mujeres embarazadas y las menopáusicas se ven más afectadas por el aumento de las olas de calor en comparación con los hombres, y que los incendios forestales y el aumento de la degradación del suelo dificultarán el acceso de las mujeres a las tierras cultivables, reforzando así las desigualdades de género.

En 2019, el MINEDD elaboró una Estrategia Nacional de Género y Cambio Climático (2020-2024). En 2021, el MINEDD y la Ministra de la Mujer, la Familia y la Infancia firmaron un Memorando de Entendimiento (MdE) sobre género y cambio climático con el objetivo de "fortalecer el proceso de promoción para la integración sistemática del nexo entre género y clima en la planificación sectorial y en los documentos estratégicos y políticos a nivel nacional". Como una de las áreas transversales en la implementación de esta NDC, el género se incorpora en todos los sectores prioritarios identificados. El objetivo es analizar: (i) para la mitigación, las responsabilidades diferenciadas de hombres y mujeres en las emisiones de GEI y/o los mecanismos de reducción; y (ii) para la adaptación, la situación diferenciada de hombres y mujeres en relación con los riesgos de vulnerabilidad y las cadenas de impacto, con el fin de fortalecer el componente de género del PNA. Asimismo, se mencionó que la integración de género podría "mejorar significativamente la gobernanza climática, especialmente en las zonas rurales".